11 septiembre 2008

A Ciencia Cierta - Edición 1: Los sueños y sus mitos

Quizás sería interesante preguntarnos primero ¿por qué dormimos?, después ¿por qué soñamos? y, finalmente, ¿por qué tenemos pesadillas?

El giro de nuestro planeta y el hecho de gozar de 12 horas de luz diurna y 12 horas de oscuridad, ha impulsado a las diferentes especies a adaptarse a tan drástico cambio, realizando su actividad en el periodo que le ha sido más propicio (en nuestro caso el diurno) y dejando para el otro la realización de otra serie de tareas.

Aunque ahora disponemos de luz artificial que nos ilumina durante el periodo nocturno, nuestro reloj biológico nos impulsa a dormir, pues hay una serie de funciones indispensables para nuestro cerebro y nuestro organismo que solamente se llevan a cabo en el periodo de sueño. Funciones reparadoras y restauradoras de mente y cuerpo.

Así, al dormir se inician unos procesos químicos por los que nuestro cerebro se entrega a una actividad que en algunos momentos es comparable a la de la vigilia. Mientras dormimos las redes neuronales atraviesan cinco etapas diferentes que se repiten entre tres y cinco veces a lo largo de la noche. Las cuatro primeras coinciden con la idea intuitiva que se puede tener del descanso: la frecuencia cardiaca y el ritmo respiratorio descienden y las ondas cerebrales se hacen más lentas. En cambio la quinta, la fase de sueño paradójico o REM (rapid eye movement) es mucho más activa y se caracteriza por un movimiento ocular rápido bajo los párpados, un aumento de los ritmos cardiaco y respiratorio y un incremento notable de la actividad cerebral. Es en este periodo, principalmente, cuando se lleva a cabo el proceso de las ensoñaciones.

Comoquiera que el cerebro es un órgano muy complejo sobre el que apenas llevamos un siglo de estudio, no se conoce el porqué de los sueños, aunque las más modernas teorías de la neurología del sueño apuntan a que éste tiene un importante papel en las funciones cognitivas más complejas, como la resolución de problemas, la memoria y el aprendizaje y que lejos de corresponder a actividades mentales aleatorias, se llevan a cabo procesos que mezclan recuerdos, percepciones sensoriales y emociones, de tal manera que lo que se persigue es la comprensión o asimilación de aquello que nos ocurre en el periodo de vigilia.

Sea como fuere, el cerebro forma imágenes con el flujo de información que recibe merced al incremento de actividad en la fase REM y les intenta dar un significado coherente. Para ello las la une en una especie de secuencia a la que llamamos sueño.

Las situaciones estresantes que se producen durante el día pueden convertir los sueños en pesadillas, buscando con ellas el cerebro una forma de liberar las tensiones diarias. Por ello los niños —sumidos en un continuo proceso de aprendizaje y adaptación— son tan proclives a padecerlas.

Tener pesadillas es algo tan normal como tener un sueño erótico por ejemplo, pero un aumento reseñable en su frecuencia puede ser una señal de alarma de que algo no va como debiera, que nuestro cerebro se enfrenta, a nivel inconsciente, a una situación o problema que crea una tensión emocional de la que no puede librarse. Relaciones tormentosas, traumas psicológicos, drogas y problemas psiquiátricos suelen ser causa de pesadillas frecuentes y recurrentes. Aunque a veces son simples reflejos de una situación delicada a la que no queremos enfrentarnos y que, al evitarla, nos crea tensiones emocionales. En este caso, nada mejor que enfrentarse a ella y resolverla en uno u otro sentido para que las pesadillas desaparezcan.

Durante la fase REM se da la curiosa circunstancia de que los músculos del sistema motor se “desconectan” al bloquearse los impulsos motores. De lo contrario la persona escenificaría sus sueños con movimientos corporales y si no existiera tal mecanismo, algunas noches podrían ser físicamente más duras que correr la maratón.

Cada 90 minutos aproximadamente, el cerebro alterna entre el sueño no REM y el sueño REM. En cada ciclo la duración de la fase REM aumenta, por lo que el periodo más largo ocurre por la mañana. Por ello es más fácil recordar esos sueños o pesadillas si uno se despierta en ese momento.

A continuación, las imágenes ganadoras del festival "Derqui '08" en motivo del estudio "A Ciencia Cierta".











(c) 2008 | Buenos días... buen gusto!

2 comentarios:

Elly dijo...

hola, soy elly y tengo 16 años, desde siempre me han gustado los sueños, el tema de los sueños mas bien. De mayor me gustaría ser psicologa y meterme tambien en el mundo de los sueños, entendelos...

Además, estoy muy preocupada. Siempre tengo un sueño, que se repite sin parar y cada vez que sueño con el... al día sieguiente me pasa algo terrorifico (al nivel de una simple adolescente como yo). Entonces me gustaría saber... si los sueños pueden ser un aviso de lo que va a pasar.

Me ha gustado mucho esta entrada.

ketne dijo...

Buenas! He llegado al blog siguiendo la estela de elly. El blog es muy interesante.
Y también me interesa el tema de los sueños, desde siempre he podido recordar lo que sueño.
Mis sueños, suelen largos y vividos con lo que puedo recordarlos la mayoria de las veces. Pero lo que mas sufro son pesadillas, constantemente y desde pequeña. Habia oido que vienen o estan relacionadas con algo que nos haya ocurrido o la situación que se desarrolla en nuestras vidas en ese momento en concreto... No se, es un tema que me intriga.